30 junio 2016

En su aniversario

Cada mes trae consigo un recordatorio inevitable de aquel día en el que partiste de este mundo. 

Una vez al mes, me siento como una olla de presión que ha venido estando en ebullición. En cualquier momento ésta olla va a estallar, ¡estoy segura! Esto ocurre por la angustia que provoca tu ausencia y la remembranza de los momentos vividos para algunos pocos para mí los suficientes para amarte por la eternidad. 

Ruego a Dios me conceda la fortaleza para poder llegar al siguiente momento inclusive mes...solo él con certeza conoce mi dolor y el temor que siento. No me siento capaz de aferrarme a él por lo cual le dejó que sea él quien me sostenga a mí y mi esposo.  

Todos los días mis brazos te extrañan pero hoy de forma especial. Hoy no te puedo llorar porque mis ojos se han secado,  ya no hay más lágrimas en ellos. En cada bebé te miro y mi corazón se estremece al saber de lo que se pierde.

Tengo miedo de olvidarte. No quiero olvidar tu carita; no lo quiero hacer.

Justamente  cada mes por estas fechas me siento sola y mi alma vacía por más que realice actividades no logró alejarte de mis pensamientos. 

                                                                Mamá de Abigail 

29 junio 2016

Recomendaciones para un Duelo Sano


1. Lloré es una reacción totalmente normal ante el fallecimiento de un ser querido. 

2. Hable es una forma de desahogarte y compartir nuestros sentimientos y estados de ánimo. Converse con otros que han vivido la misma experiencia, acérquese a un grupo de apoyo y ayuda mutua puede aliviar en gran medida nuestro dolor al escuchar a otros como sobreviven; es una esperanza. 

3. Reconozca la pérdida esto nos permite avanzar en la aceptación.

4. Escribir lo que sientes nos permite esclarecer nuestros propios sentimientos y las emociones que vamos experimentando.

5. Cultivar el afecto y el amor mutuo en la pareja es primordial que mantengamos la comunicación.

6. Preste atención y consuelo a nuestros hijos; ellos también elaboran su propio duelo, no los olvidemos.

7. Respetar el dolor del cónyuge evite a toda costa la crítica; cada quien sobrelleva el dolor como mejor pueda y de la forma que cree es la correcta.

8. Consultemos a un profesional; asistir a un psicólogo para recibir orientación y consejo le ayudará bastante.

9. Evitemos tomar responsabilidades y decisiones importantes en este momento será mejor posponerlas por un tiempo.



¿Qué hacer? para profesionales

No hay una forma fácil de dar malas noticias, y el personal del área de la salud recibe poca o nula instrucción en relación a cómo manejar la situación. Usualmente es en la formación y con la experiencia cuando se aprende con deficiencia.Es por esta razón que les compartimos algunas recomendación con el objetivo de conscientizar al personal asistencial. 

Según la manera de actuar de los profesionales ayudara a mejorar o a empeorar el duelo, creando a demás el dolor por la pérdida del hijo; dolor por como han sido tratados. 

1. Preséntese debemos conocer quiénes y qué son. Establece una mayor confianza.

2. Escucha si sus pacientes o familiares desean hablar, sino sólo acompáñalos. 

3. Dales tiempo, están en shock y no es fácil tomar decisiones. 

4. Háblales sobre la situación actual, necesitan sentir algo de control, conocer que va a pasar ahora. 

5. Exponga y explique sus opiniones y apoyelos en sus decisiones. No obligue. 

6. Mantenga la calma y muéstrese tranquilo. Esto les dará mucha seguridad. 

7. Cuide su lenguaje verbal como no verbal. 

8. Sé comprensivo.

9. No trate de encontrarle algo positivo a la muerte de nuestro ser querido. 

10. Ayudalos a tener recuerdos de su ser querido. 



Duelo Complicado

Tel. (506)2237 6599 / 8619 6207

El duelo complicado se caracteriza por sentir intensa soledad y tristeza así como un incremento de los sentimientos de irá, culpa y vergüenza. Algunos síntomas que podrías identificar en este tipo de duelo son los siguientes: 

1. No podemos hablar se nuestro ser querido sin experimentar un dolor intenso, aun cuando haya pasado mucho tiempo.

2. Acontecimientos relativamente poco importantes desencadenan una intensa reacción emocional.

4. La mayoría de sus conversaciones o diálogos tienen que ver con las pérdidas o pérdida que ha sufrido.

5. No quiere desprenderse de las pertenencias del fallecido, han un deseo de dejarlo todo igual.

6. Se comienzan a experimentar síntomas físicos similares a los que experimentaba nuestro ser querido.

7. Se experimentan cambios radicales en el estilo de vida como evitar amigos, actividades sociales, etcétera.

8.Aparecen sentimientos de culpa persistentes, baja autoestima, falts de euforia, tristeza inexplicable.

9. Tendencia a imitar al ser querido.

10. Ocasional fobia a la enfermedad o muerte relacionado con el fallecimiento del ser querido


Algunos ejemplos de situaciones que podrían desencadenar en un duelo complicado son: 

*Muerte súbita o repentina especialmente si es traumatica, violenta o desfigurativa. 
*Muerte de un niño. 
*Muerte por enfermedad extremadamente larga.
*Muerte por causas que el doliente percibe como evitables. 
*Relación pre dañada con el fallecido por enojo, ambivalencia o marcada dependencia.  
*Percepción de falta de apoyo por el doliente. 

El dolor no es racional


¿Porqué mi dolor nunca termina? ¿Porqué mi herida es incurable?

Quizás la forma más exacta de decirlo sería "me estoy volviendo loca" Me siento fuera de toda realidad, me siento muy pérdida. Todo el mundo cree que estoy bien tengo un trabajo, un hogar, un esposo; un hogar estable para algunos. Ante los ojos del resto del mundo pareciera que mi proceso de duelo va bien. Sin embargo, cada día estoy luchando. Algunas veces me siento muy enojada en otras ocasiones las lágrimas brotan sobre mi rostro en una plena conversación con cualquier persona. Yo sé que Dios me ama pero no puedo entender que este Dios de amor que experimentamos y hablamos pudo permitir que mi hija falleciera justo cuando comenzaba a vivir. 

Es por esta razón, que el dolor no es racional. Toda la lógica del mundo no hará que el dolor que llevo dentro desaparezca; los sentimientos físicos y emocionales son reales y como una montaña rusa: todo parece un sueño del cual deseo despertar la negación, furia, confusión, desilusión, frustración, entre otras. Todos estos sentimientos son normales - lo sé - durante el duelo.  

Claves para manejar la pérdida

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1. Acepte sus sentimientos y hable de cómo se siente.

2. Hable sobre la muerte.

3. Recuerde la vida de su ser querido.

4. Vuelva a su rutina normal en el momento que lo crea conveniente.

5. Cuidese y tome hábitos saludables.

6. Pida ayuda cuando lo necesite.

7. Ayude a otras personas

La Muerte

Desde que nacemos la muerte esta constantemente presente en nuestras vidas. Al enfrentarnos a ella, tanto porque a nosotros debe ocurrirnos, como la de un ser querido, produce una serie de emociones contradictoria de aceptación y rechazo las que dependen de la visión personal que se tenga de ella. 

La vida no cesa porque sé muera un ser querido. Es muy probable, que a pesar de nuestro dolor intenso, de nuestras ganas de no vivir, habrá personas a nuestro alrededor que nos quieran vivos y que nos necesitan a su lado. Esta puede ser una buena razón para arrancar y seguir adelante.

Si tan sólo hubieran días de visita al cielo

Y que hay de esos días en que la gente te pregunta ¿Qué te pasa? Y no tienes respuesta...simplemente te sientes retraída, sin deseos de hablar, sumergida en tú mundo interior repasando una y otra vez que tú vida, tú día no sería este que tienes ahora sino uno totalmente diferente. Cómo explicárselos cuando lo único que tienen para decir son frases trilladas cargadas de religiosidad o positivismo falso; un total cliché que no logramos que nuestra mente y corazón comprenda.
Y De vez en mes el insomnio se aparece sin explicación extrañándote más de lo usual. El cansancio, el interés y ánimo para hacer las cosas mínimas desaparece en estos días. Y lo mejor o peor no sé que será si poner cara de que no pasa nada y actuar como todos se suponen que deseas es decir fingiendo que tú ausencia todavía me afecta. Y que lo único que me alentaría un poco sería una visita de esas en las que te pueda decir cuánto te amo y me haces falta. En las que los abrazos y besos serían infinitamente indispensables y donde la regla de oro sería recargar está alma oxidada del viaje desde tú partida.
Hoy día cómo hoy tengo la necesidad urgente de no tener más mis brazos vacíos, mis pechos llenos y en mi corazón este vacío que nada lo llena.
                                                                                                                                     Mamá de Abigail