27 septiembre 2020

Abracemos la esperanza

 

Para ti mamá y papá 


¡GRACIAS! Por desearme y quererme incluso antes de conocerme.

¡GRACIAS! Por seguir intentándolo incluso cuando todo se ponía en contra. 

¡GRACIAS! Por hacer frente a todos los problemas que la biología te puso por delante.



¡GRACIAS! Por estar seguros que me encontrarías aún cuando todo parecía oscuro. 

¡GRACIAS! Por secar tus lágrimas con pañuelos de esperanza. 

¡GRACIAS! Por no cejar hasta darme la vida. 

¡GRACIAS! Por no rendirte jamás hasta poder abrazarme. 

¡GRACIAS mamá y papá! Por nunca perder la fe aún cuando sus miedo a no tenerme eran más grandes. 


AUTOR DESCONOCIDO

21 septiembre 2020

 

 

29 de marzo, 2018



Hace mucho deje de hundirme en mis pensamientos...

en ocasiones el dolor era tan intenso e inmenso como el océano

Creí en algún momento haber dominado por completo la herida 

que deja con su paso la muerte.                                                              

¡Estaba muy equivocada!

Únicamente oculte de la mejor manera como 

estaba agonizando por el dolor; que le provocaba a otros. 

Me volví mi refugio, mi fortaleza. 

Construí un muro; nadie me podía dañar. 

....pero un día finalmente cayeron esos muros. 

¡No sé fue la mejor idea!

Sólo quería ver un poco el sol, 

pero lo deje entrar demasiado.

¡Oh gran error!





Autor Leslie Corrales S

 Mamá en Duelo 

Psicóloga y Docente

05 septiembre 2020

Me convertí en ella


Descubrí sin querer que me convertí en mi madre. ¡Sí, en mi madre!

En mi madre cuando comencé a manifestar cuidados y atención en sobre manera para con los  míos, a través de los cuales expreso continuamente cuánto les amo y el valor que tienen para mi vida. 

En mi madre cuando me comencé a negar así misma una y un millón de veces por los demás; para que estos gozaran de  bienestar y armonía en un lugar al que llamó hogar. 

En mi madre cuando aún cansada logró hacer lo que otros me piden: ese favor, ese vaso con agua, ese masaje, ese té para calmar el dolor, ese antojo para comer y tantas cosas más. 

En mi madre cuando aún con el corazón roto y el alma en pedazos trato de mantener a los que más amo e importan unidos.  

En mi madre cuando entro en la intimidad de mi habitación para clamar por ayuda y presentarle mis peticiones a  Dios. 

En mi madre siempre, en mi madre. En mi madre cuando me relaciono con otros. Al ser consciente de que reproducía con éxito o sin el sus mismas reacciones funcionales o no.  

Me convertir en mi madre sin querer a través de sus enseñanzas y el tiempo compartido.  Al fin después de un largo viaje conecte con su sabiduría, con sus lágrimas, con sus palabras y consejos. 

Hoy trato de ser la mejor versión de esa súper heroína llamada mi madre a través de la que reconozco que son un espejo inconsciente. 


Autor Leslie Corrales S.
Presidenta FUNDABIR
Lic. Psicología 
Mamá en Duelo