20 septiembre 2015

¿Por qué? Aquella pregunta sin respuesta

¿Por qué?, ¿Por qué no he muerto primero?, ¿Por qué no hice...?, ¿Por qué no le dije...? Ante estas preguntas no existen respuestas convincentes, no existen respuestas satisfactorias. Sin duda, aceptar que no todas las preguntas tienen una respuesta resulta difícil....párate a pensar, aun en el caso de que encontraras una respuesta: ¿se aliviaría tu sufrimiento?, ¿sería menos terrible tu soledad, tu vacío? Tomado de "Para ti que has perdido un hijo"

Cuáles son los cuestionamientos que te haces a menudo y te amartillan los pensamientos, sucumben tu alma. Esos que te hacen pensar que todo hubiera sido diferente si vieras echo tal o cual cosa. ¡No te tortures más!...lo que tenía que ser ya fue; no hay vuelta atrás. Todo cambió y nada ni tú mism@ volverán hacer lo que eran. 

¡Perdonate! No te culpes más, tú no tuviste absolutamente nada que ver en la partida de tu ser querido hiciste más de lo que estaba en tus manos controlar. 

Desde mi experiencia te puedo asegurar que aunque tus preguntas lleguen a tener la respuesta que tanto ansiabas ¡sin importar si fuese buena o mala! no provocaran la reacción que tú proyectaste 
manifestar en ese justo momento. 

Tras 4 años de imaginar que determinar la causa de muerte de mi primogénita traería paz a mi corazón, mi alma les puedo asegura que fue el peor día de mi vida. Reviví el  trauma de haberla perdido  con una intensidad mayor ya que obtuve por primera vez en muchos años la certeza absoluta que se le negó compartir esta vida conmigo por un error humano; que ella estaría acá con su madre construyendo momentos inolvidable como debió ser. 

Ese día llore desconsoladamente al llegar a casa; nadie pudo contenerme. Nunca lo olvidare, fue un día antes de mi cumpleaños....

Mamá de Abigail 
Fundabir 

No hay comentarios:

Publicar un comentario