29 noviembre 2015

Hace 2 meses

Hace dos meses llegaste a darnos una inmensa alegría.
Cambiaste nuestras vidas, 
nos diste un motivo para seguir luchando y ser mejores. 

Debes saber y sentir el inmenso amor que te tenemos 
Es esa clase de amor que no cabe en el pecho 
y que todos los días deseamos expresarte...
Sabemos que te encuentras muy bien. 

Partiste a un mejor lugar 
ni más ni menos que al lado de Dios, junto a Jesús. 
Sabemos que eres feliz. 
Lo sabemos porque te hemos sentido.

Ahora sólo te damos las gracias por danos esos momentos (realmente fueron pocos) 
que llenaron nuestros corazones. 
Gracias por tus primeras miradas, sonrisas, entre otras cosas. 
Gracias por permitirnos estar contigo hasta el último momento 
sujetándote la mano.  

Sabemos que nunca estas solita.
Hemos de admitir que sentimos cierta envidia 
pues no seremos nosotros 
quienes te abracemos por las noches frías ni tomemos tu mano cuando des tus primero pasos. 
Tampoco seremos quienes sequen tus lágrimas, 
Llevemos a la escuela y te ayudemos hacer las tareas.
No cuidaremos de tus fiebres ni velemos tus sueños. 
Será Dios el que ahora permanezca a tu lado. Sin embargo, sabemos que llegara el día en que estaremos contigo para siempre. 
No sabemos cuándo ni cómo pero ese día continuaremos lo que quedo pendiente. 

Podremos abrazarnos, besarnos y decirnos cuánto nos amamos;
viviremos juntos esa vida eterna que ya tu comenzaste a vivir. 
Esa que es plena y dulce...ese día en que mi cuerpo no sufra más, mis ojos se cierren y mi alma descanse nos volveremos a ver. Hasta entonces...TE AMAMOS INFINITAMENTE.

Mamá y Papá de Abigail 

No hay comentarios:

Publicar un comentario