Había olvidado...
Está sensación, este dolor particular en el cuerpo.
Está tensión dolorosa que calla la boca y grita el cuerpo, al estar frente a la finitud de la vida.
Tan atropelladas y en shock están las emociones.
Se confrontan las realidades y se reconoce que nada somos más que polvo con el cual fuimos creados y finalmente volvemos.
Este silencio es absorbente, intenso e inquietante pero sobretodo confrontador con nuestros pensamientos más profundos.
Había olvidado...
Como se sentía está tensión abdominal y el dolor en la espalda.
Recordatorios de que la muerte está ahí latente, conviviendo con nosotros.
No quiero volver a sumergirme en el abismo profundo y oscuro del dolor nuevamente.
Leslie Corrales Sánchez
Mamá de Abi y bebé
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