06 mayo 2015

No dudes de mi existencia

Sigo aquí...tan cerca que tus ojos no pueden verme como antes. 
No soy imaginación...soy mucho más de lo que alcanzan tus ojos y tus manos. 
Soy como las estrellas; que se ocultan bajo la luz del día. 
Sin que tú dudes de que siempre están ahí.
Lo hago para enseñarte.
Para que puedas aprender a verme sin mirarme y a sentirme sin tocarme. 
Un día me enseñaste tú, ¿recuerdas?
Yo para entonces no veía sólo sentía. 
Y jamás dude de que tú estuvieras ahí.
No dudes de mi existencia. 
Solo por que no puedes tocarme o abrazarme. 
Ahora soy como el viento...acaso dudas de su existencia, cuando te sopla, te roza y ruge; capaz de envolverte en un abrazo, sin que lo puedas coger o tocar. 
No lo dudes; no soy tu pasado. 
Soy tu presente: aquí y ahora. 
No temas en llorar y sonreír. 
De tus lágrimas haré un río; donde me bañaré contigo para que jamás te sientas solo. 
Con tu sonrisa me secaré la piel bañada dulcemente con cada gota de tristeza derramada por tu recuerdo y tu dolor. 
Es mi esencia: mágica y real. ¡No lo dudes!
Voy y vengo 
Soy como el sol siempre brillo 
No me escondo ni me fui
Solo vivo aquí y ahí
Solo voy al otro lado...siempre vuelvo, sin que nunca me vaya. 
Por que siempre estoy 
Y nunca me voy. 

El niño de la tierna sonrisa 

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