07 junio 2020

¿Cómo llegue hasta aquí?


Llegar aquí ha sido un viaje lleno de múltiples momentos unos felices, esperanzadores, otros emocionantes y por supuesto unos cuantos sumamente dolorosos. Fielmente creí por mucho tiempo o al menos mientras crecía que mi proyecto de vida sería muy distinto al que vivo hoy en día.

Hoy me acompañan la soledad, el silencio y por supuesto las despedidas que han marcado el son de mis pasos desde aquel año; con el pasar del tiempo se han vuelto más presentes. No puedo dejar de lado sin lugar a dudas que el amor y lo esencial ante mis ojos y mi ser han sido mi combustible cada día.

He dejado de preocuparme y cargar maletas pesadas desde hace algún tiempo con el fin de aventurarme más ligera en esto que llamamos vida.

Dejé de buscar y comencé a encontrar inclusive coincidir con personas, lugares e intereses.

Mi interior se inquieta cada día más por nutrirse y meditar como un esfuerzo más consciente de conectar con el cielo y así estar más cerca de los míos.


No he dejado de anhelar, pero ya no por imposición sino porque la vida así quiere que fluya y si no fluye abrazo esa nueva normalidad inconcedida para mí hasta ese momento en mi vida.

A lo largo de 30 años he vivido más pérdidas y duelos de los que había podido imaginar aquel día en la que con ilusión y esa vivacidad palpable en mis ojos di la bienvenida a la vida adulta para que poco a poco ese brillo se apagará en mi interior y jamás volver hacer la misma. En muchas ocasiones me apague y encontrar de vuelta esa luz, ese brillo estuvo lleno de escombros con los que aún trato de lidiar.

Sigo en pie por bondad y misericordia por quien mucho antes de ser concebida tenía mis días escritos. Hallar mi propósito reconociendo que fui lo más maravilloso que no estaba en los planes de alguien más ha impactado mi ser…he gritado al cielo por lo que he tenido que entregar para poder abrir mis brazos a nuevas posibilidades y oportunidades.

Constantemente soy consciente de que el caos siempre formará parte de nuestras vidas, pero cómo dejamos que nos impacte es lo más difícil de comprender e interiorizar en nuestro ser porque nuestras heridas pueden sangran o cicatrizar no sólo por nosotros sino también a través de otros.

Leslie Corrales S.
Psicóloga y Docente
Presidenta FUNDABIR
Mamá en Duelo