29 de marzo, 2018
Hace mucho deje de hundirme en mis pensamientos...
en ocasiones el dolor era tan intenso e inmenso como el océano.
Creí en algún momento haber dominado por completo la herida
que deja con su paso la muerte.
¡Estaba muy equivocada!
Únicamente oculte de la mejor manera como
estaba agonizando por el dolor; que le provocaba a otros.
Me volví mi refugio, mi fortaleza.
Construí un muro; nadie me podía dañar.
....pero un día finalmente cayeron esos muros.
¡No sé fue la mejor idea!
Sólo quería ver un poco el sol,
pero lo deje entrar demasiado.
¡Oh gran error!
Autor Leslie Corrales S
Mamá en Duelo
Psicóloga y Docente
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